Efecto Speed – Lo que debes saber
Speed, también conocido como Anfetamina, es una droga estimulante que acelera cuerpo y mente a gran velocidad. Muchas personas la consumen para estar más despiertas, aguantar más tiempo o sentirse eufóricas. Pero, ¿qué ocurre realmente en el cuerpo?
En este artículo descubrirás cómo actúa el Speed, cuánto dura su efecto y qué efectos secundarios pueden aparecer. Además, aclaramos si el Speed es peligroso y cuál es el riesgo real de desarrollar dependencia.
¿Cómo actúa el Speed?
Speed afecta al sistema nervioso central y libera grandes cantidades de dopamina y noradrenalina. Estos neurotransmisores son responsables de la vigilia, la motivación y la sensación de felicidad.
Efectos típicos del Speed:
- Euforia y buen ánimo – Quienes lo consumen se sienten seguros de sí mismos y llenos de energía.
- Vigilia y concentración – La fatiga desaparece y la atención aumenta.
- Necesidad de hablar y actividad – Muchas personas se sienten más conversadoras y con ganas de hacer cosas.
- Supresor del apetito – Speed reduce la sensación de hambre, por lo que a veces se utiliza de forma indebida para perder peso.
Estos efectos pueden ser intensos, pero no duran para siempre. Tras el efecto suele aparecer un fuerte “bajón” acompañado de agotamiento y desánimo.


¿Cuánto dura el efecto del Speed?
La duración del efecto de la Speed depende de la dosis, la forma de consumo y el metabolismo individual.
Desarrollo típico del efecto:
- Inicio del efecto: 20–60 minutos después del consumo
- Pico del efecto: Entre 1 y 3 horas después
- Duración del efecto: 4–8 horas, en algunos casos incluso más
- El “crash”: Cuando el efecto disminuye, suele aparecer agotamiento, irritabilidad y falta de energía
Como la Speed supone una gran carga para el cuerpo, después de consumirla puede resultar difícil dormir o relajarse. Muchas personas experimentan una fase de agotamiento que puede durar 24 horas o más.
Efectos secundarios del Speed
Además del efecto deseado, el speed provoca muchos efectos secundarios no deseados. Aunque al principio el consumo genera energía y euforia, el cuerpo reacciona con taquicardia, sudoración y temblores. Muchos también mencionan rechinar de dientes y tensión muscular, ya que el speed provoca contracción muscular.
Psicológicamente, la droga también puede ser muy exigente. Ansiedad, inquietud e irritabilidad son efectos secundarios frecuentes, especialmente cuando el efecto desaparece. Algunas personas también experimentan alucinaciones o paranoia, sobre todo con dosis altas o consumo habitual. Además, el speed suele causar problemas para dormir, lo que intensifica el agotamiento tras el “subidón”.
¿Es peligroso el Speed?
Sí, el Speed puede ser peligroso, tanto a corto como a largo plazo. Justo después del consumo pueden aparecer problemas cardiovasculares, hipertensión y sobrecalentamiento. El consumo combinado con otras drogas o alcohol es especialmente arriesgado, ya que aumenta la carga para el cuerpo y puede provocar reacciones imprevisibles.
A largo plazo, el Speed puede causar daños graves. El consumo prolongado exige mucho al organismo, lo que puede derivar en problemas cardíacos, daños en los nervios y agotamiento permanente. También pueden aparecer consecuencias psicológicas como trastornos de ansiedad, depresión o psicosis. Un peligro particular es que muchas personas subestiman el potencial adictivo y caen en la dependencia sin darse cuenta.

Conclusión: Velocidad – Riesgo en lugar de emoción
Speed proporciona energía, estado de alerta y euforia, pero los riesgos no deben subestimarse. El efecto puede parecer atractivo, pero los efectos secundarios y las consecuencias a largo plazo pueden ser graves. Desde problemas cardíacos y trastornos psicológicos hasta la dependencia, el peligro es real.
Especialmente engañoso: el supuesto aumento de rendimiento suele llevar a un ciclo de consumo y agotamiento. Quienes consumen speed de forma regular se exponen a daños duraderos en el cuerpo y la mente. Por eso, aunque el subidón resulte tentador, los riesgos son mayores.