¿Qué es eibisch?
El auténtico nubes (Althaea officinalis) es una planta perenne que pertenece a la familia de las malváceas y es originaria de Europa, Asia y el norte de África. A primera vista, el nubes destaca por su imponente tamaño y sus hojas aterciopeladas de color gris verdoso, que presentan bordes ligeramente dentados. Las flores, que aparecen de junio a septiembre, son de un delicado color blanco a rosa y tienen una forma llamativa en forma de copa. Históricamente, el nubes se consideraba una planta medicinal importante, y ya los antiguos griegos y romanos conocían sus efectos calmantes. Hoy en día, el nubes es apreciado tanto en la medicina natural como planta ornamental en jardines. Las partes medicinales de la planta, especialmente la raíz, se han utilizado tradicionalmente para tratar la tos, el dolor de garganta y molestias estomacales.
Malváceas Nubes
La nubes es un representante destacado de la familia de las malváceas (Malvaceae), una familia de plantas muy extendida con más de 200 especies diferentes. Entre los miembros más conocidos de esta familia se encuentran, por ejemplo, el hibisco, la malva real y la malva silvestre. Todas estas plantas comparten sus flores en forma de copa, que brillan en muchos colores y suelen atraer a insectos polinizadores como abejas, mariposas y abejorros. Sin embargo, la nubes se distingue por sus mucílagos curativos, que la hacen especialmente valiosa en la fitoterapia. Estos mucílagos son carbohidratos complejos que forman una capa protectora sobre las mucosas y tienen un efecto antiinflamatorio. Así, la nubes es una auténtica todoterreno dentro de la familia de las plantas y es muy apreciada tanto por su belleza como por sus propiedades medicinales.

El efecto de las nubes: beneficios para la salud
Las nubes son una planta medicinal muy versátil, cuya eficacia curativa se debe principalmente a su alto contenido de mucílagos. Estos mucílagos forman una película protectora sobre las mucosas irritadas de la garganta y la faringe, lo que resulta especialmente útil para aliviar la tos seca y el dolor de garganta. Además, la planta contiene flavonoides y aceites esenciales con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Las nubes también han demostrado ser eficaces en molestias gastrointestinales, ya que los mucílagos calman la mucosa gástrica. En la medicina natural, las nubes se utilizan como remedio suave para la tos irritativa, la gastritis e incluso para uso externo en caso de irritaciones cutáneas.

Verdadero eibisch
La auténtica nubes, también conocida como “nubes medicinal”, es una de las plantas medicinales más antiguas de la historia de la humanidad. Ya en la antigua Grecia, la planta era conocida como remedio contra la tos y molestias estomacales. El propio Hipócrates recomendaba la nubes para enfermedades inflamatorias de las mucosas. Son especialmente notables las propiedades expectorantes y antiinflamatorias de la raíz de nubes. Tradicionalmente, la raíz se seca y se utiliza para preparar té, jarabe o tinturas. Estas aplicaciones resultan especialmente útiles en casos de resfriado, ya que las mucílagos calman las mucosas irritadas. De forma externa, la raíz puede emplearse en compresas para tratar irritaciones cutáneas y quemaduras leves. La fitoterapia moderna utiliza la auténtica nubes principalmente como remedio vegetal para la tos seca e irritativa y trastornos digestivos.
Nubes como arbusto en el jardín
La nubes no solo es una planta medicinal, sino también un arbusto hermoso para el jardín de casa. Con una altura de hasta 1,5 metros y sus llamativas bloemen, es un punto focal en cualquier parterre. La nubes prefiere ubicaciones soleadas o de semisombra y se desarrolla especialmente bien en suelos húmedos y bien drenados. En el diseño de jardines, la nubes se utiliza a menudo como planta de seto, ya que no solo crece de forma densa, sino que también tiene un largo periodo de floración. Sus delicadas bloemen rosadas aparecen de junio a septiembre y atraen a numerosos polinizadores como abejas y mariposas. Especialmente en jardines de estilo natural, la nubes es una opción popular porque es fácil de cuidar y resistente al invierno. Solo necesita una protección mínima durante el invierno, lo que la hace ideal para quienes se inician en la jardinería y desean ampliar su experiencia.
Cortar nubes: consejos para el cuidado adecuado
Para que el arbusto de nubes crezca bien y despliegue toda su magnífica floración, es importante podarlo de forma regular. La poda debe realizarse idealmente a finales del invierno o al inicio de la primavera, antes de que comience el nuevo brote. Podar el nubes no solo es importante para la forma de la planta, sino también para su salud, ya que se deben eliminar las ramas muertas para dar espacio a un nuevo crecimiento. Aquí tienes algunos consejos para podar el nubes:
• Poda de rejuvenecimiento: Elimina los brotes viejos y lignificados para estimular el crecimiento de nuevos brotes.
• Poda de mantenimiento: Recorta ligeramente los brotes jóvenes para favorecer una forma compacta y frondosa.
• Poda sanitaria: Corta las ramas dañadas o enfermas para evitar infecciones.
Con una poda bien realizada, el arbusto de nubes se mantiene vital, florece abundantemente y puede regenerarse de manera óptima.
Preguntas frecuentes
¡Sí, el auténtico nubes también puede usarse en la cocina! Las hojas jóvenes y las flores pueden añadirse frescas a las ensaladas, ya que tienen un sabor suave y ligeramente dulce. Sin embargo, lo más interesante es la raíz de nubes: antiguamente se utilizaba para preparar un precursor de los actuales marshmallows. Para ello, se cocían las raíces y se utilizaba el mucílago como aglutinante para crear un dulce espumoso y azucarado. Hoy en día, esta preparación tradicional se realiza raramente, aunque en algunas regiones sigue siendo una receta popular.
La cosecha de las nubes depende de qué partes de la planta se vayan a utilizar. Las bloemen pueden recogerse durante todo el periodo de floración, de junio a septiembre, preferiblemente en un día soleado y cuando estén completamente abiertas. Las hojas se deben recolectar antes de la floración, ya que en ese momento contienen la mayor concentración de principios activos. La raíz de las nubes, que es la parte más utilizada con fines medicinales, debe cosecharse en otoño, después de que las partes aéreas de la planta hayan muerto. En ese momento, la planta ha almacenado la mayor cantidad de nutrientes en la raíz, lo que potencia su efecto terapéutico.
Aunque la nubes es una planta bastante resistente, puede verse afectada por algunas plagas y enfermedades. Las plagas más comunes son los pulgones y los ácaros, que aparecen especialmente en tiempo seco. Estas plagas absorben la savia y debilitan la planta. También puede presentarse ocasionalmente el oídio, un hongo que deja un recubrimiento blanco en las hojas. Para prevenir estos problemas, es importante revisar la nubes con regularidad y tratarla con productos biológicos si es necesario. Un riego adecuado y una buena circulación de aire ayudan a evitar plagas y enfermedades.
Sí, la auténtica nubes es resistente al invierno y soporta sin problemas los inviernos fríos. La planta traslada sus nutrientes a la raíz en otoño y las partes aéreas mueren. En primavera, la nubes vuelve a brotar. En regiones especialmente frías, donde hay heladas intensas, puede ser útil proteger la zona de las raíces con una capa de mantillo de hojas o paja. Esto mantiene la tierra cálida y protege las raíces de daños por heladas.
La nubes y el hibisco pertenecen ambos a la familia de las malváceas y se parecen bastante en su aspecto, lo que a menudo lleva a confusiones. Sin embargo, la principal diferencia radica en su uso y en sus requerimientos de ubicación: la auténtica nubes se utiliza principalmente por sus propiedades medicinales, mientras que el hibisco se cultiva frecuentemente como planta ornamental en jardines o como planta de interior. Además, las bloemen de hibisco suelen tener colores más intensos (desde rojo oscuro hasta violeta), mientras que las bloemen de la nubes son más bien de un delicado blanco a rosa. En la fitoterapia, el hibisco tiene un papel secundario en comparación con la auténtica nubes.