¿Qué es el Propofol?
El propofol es un anestésico de acción corta que proporciona una anestesia rápida y controlable. Actúa al influir en ciertos receptores del cerebro responsables de la sedación y la inducción del sueño. Una vez administrado por vía intravenosa, su efecto se produce casi de inmediato y entras en una anestesia profunda en cuestión de segundos. Lo que hace que el propofol sea tan práctico es su corta duración de acción: al finalizar el procedimiento, te despiertas rápidamente y recuperas la lucidez en poco tiempo. Por eso, el propofol se utiliza con frecuencia en operaciones ambulatorias o procedimientos breves en los que es importante una recuperación rápida.
Efectos secundarios del Propofol
Como con cualquier medicamento, el propofol también puede causar efectos secundarios. Los más frecuentes son:
• Una disminución de la presión arterial
• Depresión respiratoria, es decir, una reducción de la frecuencia respiratoria
• Ardor o dolor en el lugar de la inyección cuando se administra en la vena
En la mayoría de los casos, estos efectos secundarios son leves y temporales. Sin embargo, es fundamental que estés bajo vigilancia continua durante la anestesia, ya que en raras ocasiones pueden presentarse complicaciones más graves, como alteraciones del ritmo cardíaco o reacciones alérgicas. El control de las funciones vitales, es decir, de tu sistema cardiovascular y de la respiración, es especialmente importante.


Muertes por Propofol
Las muertes relacionadas con el propofol son poco frecuentes, pero pueden ocurrir si el medicamento se dosifica incorrectamente o se utiliza de manera inadecuada. El riesgo aumenta especialmente cuando el propofol se emplea fuera de un entorno médico. Un ejemplo trágico de esto es el caso de Michael Jackson, quien abusó del propofol como somnífero, lo que finalmente provocó su fallecimiento. Sin embargo, en un entorno clínico, donde es supervisado por personal médico experimentado, el propofol es seguro y se puede controlar muy bien. Por este motivo, solo debe ser administrado por profesionales.
Dosis de Propofol: ¿Cuánto es correcto?
La dosificación de propofol varía mucho de una persona a otra y depende de varios factores, como tu peso, edad y estado general de salud. Siempre se administra lentamente por vía intravenosa, y la dosis se ajusta durante el procedimiento para alcanzar la profundidad de anestesia deseada. Para inducir la anestesia en adultos, la dosis habitual está entre 1,5 y 2,5 mg por kilogramo de peso corporal. Durante el mantenimiento de la anestesia, el propofol se infunde de manera continua, ajustando también la dosis de forma individual. Es fundamental que la administración se realice bajo control constante, ya que una sobredosis puede provocar complicaciones graves.
Propofol y la psique
Además de los efectos secundarios físicos, el propofol puede provocar efectos psicológicos, especialmente después de despertar de la anestesia. Algunos pacientes informan sueños intensos, alucinaciones o incluso una sensación de confusión. Estos efectos suelen ser temporales y desaparecen rápidamente, aunque pueden inquietar a personas especialmente sensibles. Este tipo de reacciones psicológicas son más frecuentes cuando el propofol se administra durante períodos prolongados, como ocurre en la sedación en unidades de cuidados intensivos.

Sueños con Propofol: Curiosos, pero normales
Un fenómeno conocido al usar propofol son los sueños inusuales que experimentan muchos pacientes. Estos sueños suelen ser especialmente vívidos o surrealistas, y pueden ir desde escenas agradables hasta otras a veces inquietantes. La causa se encuentra en el efecto del propofol sobre el cerebro, especialmente en las áreas responsables de los sueños. Aunque estos sueños pueden resultar confusos en ocasiones, no representan ningún peligro y normalmente desaparecen poco después de despertar.
Comprar Propofol: Lo que debes saber
El propofol es un medicamento potente que está sujeto a regulaciones estrictas. Solo puede ser utilizado y administrado por personal médico. Comprar propofol sin receta médica no solo es ilegal, sino también extremadamente peligroso. Si se usa de forma incorrecta o sin la supervisión adecuada, puede provocar complicaciones potencialmente mortales. Por este motivo, el medicamento solo está disponible en hospitales o bajo supervisión médica. El uso indebido o la posesión ilegal de propofol puede tener graves consecuencias legales y para la salud.