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PCP (Fenciclidina) Droga

Una visión general de los efectos psicoactivos y riesgos del PCP

La fenciclidina, más conocida como PCP, es una sustancia sintética que se desarrolló originalmente en la década de 1950 como anestésico para procedimientos médicos. El objetivo era crear un anestésico que indujera a los pacientes a un estado de conciencia sin dolor y similar a un trance. Sin embargo, pronto se observó que el PCP podía causar efectos secundarios graves, como desorientación, alucinaciones y una fuerte agitación, lo que dificultaba su uso terapéutico. Debido a sus posibles efectos secundarios peligrosos, su uso en humanos fue prohibido en la década de 1960. Actualmente, el PCP es una droga que se comercializa ilegalmente y, debido a su intenso efecto sobre la psique y la percepción, algunas personas la consumen como sustancia psicoactiva. Por lo general, la droga se presenta en forma de polvo, tabletas o Liquid, y se consume fumada, inhalada o ingerida.

Efecto alucinógeno del PCP: ¿Qué pasa en el cerebro?

PCP pertenece al grupo de los disociativos y produce un efecto intenso, a menudo alucinógeno. Esta sustancia actúa directamente sobre el sistema nervioso central y modifica la función de los neurotransmisores en el cerebro, lo que provoca un cambio en la percepción. Los efectos pueden variar considerablemente y dependen tanto de la dosis como del estado personal de quien la consume. PCP suele generar una desconexión entre la conciencia y la percepción corporal, lo que conduce a experiencias disociativas. Estas incluyen no solo alucinaciones intensas, sino también alteraciones marcadas en la percepción del tiempo y el espacio. Quienes la consumen suelen describir la sensación de estar “fuera” de su cuerpo o de su entorno. En dosis bajas, la droga puede tener un efecto euforizante, pero en dosis más altas puede provocar ansiedad extrema o incluso ataques de pánico. Además, a medida que aumenta la dosis, también crece la probabilidad de que PCP desencadene comportamientos agresivos o incontrolados, lo que la convierte en una sustancia peligrosa tanto para la persona afectada como para su entorno.

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¿El PCP es liposoluble? ¿Qué significa eso para el cuerpo?

El PCP es una sustancia liposoluble, lo que tiene consecuencias particulares para su almacenamiento y eliminación en el cuerpo. Dado que el PCP se acumula en las células grasas, la droga puede permanecer en el organismo durante un período prolongado incluso después del consumo agudo. Esto significa que el PCP no se elimina rápidamente como otras sustancias hidrosolubles. En cambio, puede volver a liberarse al torrente sanguíneo a través del esfuerzo físico o el aumento del estrés, provocando así “flashbacks” o efectos inesperados, incluso si la última ingesta de la droga fue hace días o semanas. Esta reintroducción en el torrente sanguíneo puede desencadenar de nuevo los efectos psicoactivos del PCP de manera inesperada y, a menudo, desagradable, lo que hace que la droga sea aún más impredecible.

Hombre que se mete una raya de cocaína

¿Cuánto tiempo permanece detectable el PCP en el cuerpo?

La detectabilidad de PCP en el cuerpo depende de varios factores, como la cantidad consumida, la frecuencia de consumo y la condición física individual. Por lo general, se aplica lo siguiente:

Análisis de sangre: El PCP puede detectarse en la sangre durante aproximadamente 1 a 3 días después del consumo.

Muestras de orina: Las pruebas de orina suelen detectar PCP hasta 7 a 14 días después del consumo. Sin embargo, en casos de consumo regular, el periodo de detección puede ser considerablemente mayor.

Análisis de cabello: En muestras de cabello, el PCP puede detectarse incluso hasta 90 días o más, lo que hace que este método sea especialmente adecuado para pruebas a largo plazo.

Dado que el PCP es liposoluble, los tiempos de detección pueden variar considerablemente y ser más prolongados que con otras sustancias. Esto significa que el consumo puede ser identificable incluso semanas después mediante las pruebas correspondientes, lo cual es especialmente relevante para controles de drogas laborales o judiciales.

Comportamiento zombie y otros efectos extremos

El PCP es conocido públicamente como la “droga zombi”, ya que algunas personas que la consumen entran en un estado similar al trance y presentan un control muy limitado sobre sus movimientos y su comportamiento. Esta denominación se debe a que la droga puede provocar en algunos consumidores movimientos rígidos poco naturales o una forma de caminar lenta y arrastrada. Al mismo tiempo, bajo los efectos del PCP, la percepción del dolor se reduce considerablemente, lo que puede llevar a que las personas se autolesionen sin darse cuenta. Algunos informes mencionan brotes de ira impredecibles o comportamientos agresivos hacia otros, lo que se atribuye al efecto disociativo y desinhibidor del PCP. En este estado, quienes consumen la sustancia suelen representar un peligro para su entorno, ya que pueden realizar acciones impredecibles o dañinas para sí mismos. Sin embargo, estos efectos varían de una persona a otra y no se pueden prever con exactitud, lo que hace que el PCP sea especialmente impredecible y arriesgado.

¿Se siente el efecto del PCP en el cuerpo de por vida?

El consumo regular o a largo plazo de PCP puede tener efectos graves y potencialmente irreversibles en la salud mental y física. El PCP deteriora las capacidades cognitivas con el tiempo y puede provocar trastornos psicológicos persistentes. Algunos de los daños más frecuentes a largo plazo incluyen:

Ansiedad crónica y depresión: Muchas personas que consumen PCP durante mucho tiempo desarrollan problemas emocionales permanentes que pueden persistir incluso después de dejar la droga.

Psicosis y síntomas similares a la esquizofrenia: Las alucinaciones y alteraciones de la percepción provocadas por el PCP pueden derivar, tras un consumo prolongado, en trastornos psicóticos reales.

Deterioro de la memoria y la capacidad de aprendizaje: El PCP puede dañar áreas del cerebro responsables de la memoria y la concentración, lo que afecta gravemente la vida diaria y el desempeño laboral.

Aislamiento social: Los efectos psicológicos de la droga y la dependencia suelen llevar al aislamiento y a la pérdida de relaciones sociales, ya que quienes la consumen pueden perder el interés por la familia, amistades y el trabajo.

Estas consecuencias a largo plazo hacen que el PCP sea una sustancia especialmente peligrosa, capaz de causar daños graves no solo durante el consumo, sino también mucho tiempo después.