La codeína es un medicamento conocido, utilizado principalmente como antitusivo y analgésico. Lo que muchos no saben es que, en dosis elevadas, puede producir un efecto completamente diferente, lo que la hace especialmente popular entre jóvenes y en ciertas subculturas. En el ámbito recreativo, la codeína se consume a menudo para relajarse, desconectar o evadirse por un tiempo. Es especialmente famosa la mezcla llamada “Lean”, en la que el jarabe para la tos con codeína se combina con refresco y, a veces, caramelos. Sin embargo, no es tan inofensiva como parece. El riesgo de desarrollar dependencia es alto y la transición de un consumo “ocasional” a no poder prescindir de ella ocurre más rápido de lo que se imagina. Precisamente porque la codeína es legal, muchos subestiman el peligro que implica.
Codeína-Knoll como droga
«Codein Knoll» es un término que hace referencia a la reconocida marca Knoll Pharmaceuticals. Esta empresa produce, entre otros, medicamentos con codeína, destinados originalmente a fines médicos. Sin embargo, estos preparados suelen ser utilizados de manera indebida, tanto por pacientes que ya no pueden controlar su consumo como por personas que los buscan específicamente como droga. La razón por la que «Codein Knoll» se menciona con tanta frecuencia es que estos productos estuvieron disponibles durante mucho tiempo en farmacias y eran considerados especialmente «puros». Sin embargo, hay que tener cuidado: aunque la marca suene seria, el abuso de codeína está lejos de ser inofensivo. Su disponibilidad puede facilitar el acceso a la sustancia, pero las consecuencias para la salud son tan graves como las de otros opioides.


Codeína como droga: efectos y peligros
El efecto de la codeína depende en gran medida de la dosis. En cantidades bajas, alivia el dolor o calma una molesta tos. Sin embargo, en dosis más altas, la codeína muestra una faceta completamente diferente. Muchos consumidores mencionan:
• una sensación de profunda relajación,
• ligera euforia,
• y la impresión de poder dejar atrás la rutina diaria por un tiempo.
¿Suena tentador? Lamentablemente, estos efectos conllevan riesgos considerables. El organismo se acostumbra rápidamente a la sustancia y es necesario aumentar la dosis para lograr el efecto deseado. Sin embargo, cuanto mayor es la cantidad consumida, mayor es el riesgo de sufrir efectos secundarios graves como problemas respiratorios, náuseas y desorientación. Es especialmente peligroso que una sobredosis pueda ser mortal, a menudo porque la respiración se detiene y el cuerpo deja de recibir oxígeno.
Codeína como droga: efectos secundarios que muchos subestiman
Quien abusa de la codeína debe ser consciente de los efectos secundarios, que a menudo pesan más que el efecto deseado. Además de la típica sensación de calma y relajación, muchos consumidores experimentan también efectos no deseados:
• Somnolencia y cansancio extremo,
• Mareos y desorientación,
• Estreñimiento u otros problemas digestivos,
• y, en casos graves, depresión respiratoria.
El riesgo aumenta especialmente cuando la codeína se combina con otras sustancias como el alcohol o tranquilizantes. Esta combinación puede potenciar el efecto depresor sobre el sistema nervioso central y aumentar drásticamente el riesgo de paro respiratorio. Además, el consumo prolongado de codeína no solo puede causar daños físicos, sino también problemas psicológicos como ansiedad, depresión o dependencia.
Codeína como droga: ¿Qué tan peligrosa es la dosis?
Al tomar codeína, la dosis marca la diferencia entre un uso “seguro” y un peligro para la vida. De forma terapéutica, suelen recetarse dosis de 20 a 50 miligramos, por ejemplo, para aliviar la tos. Sin embargo, quienes usan codeína como droga superan rápidamente este límite y llegan a consumir 100 miligramos o más, cantidades que el cuerpo tiene dificultades para soportar. A partir de cierta dosis, la respiración se deprime tanto que puede llegar a detenerse por completo. Lo especialmente peligroso es que cada persona reacciona de manera diferente, según la edad, el peso y enfermedades previas. Algunas personas toleran dosis altas aparentemente sin problemas, mientras que otras corren peligro de muerte incluso con cantidades menores. Por eso, consumir codeína como droga es un juego arriesgado para la salud.

Codeína como droga: ¿Cuánto cuesta realmente el consumo?
Quien quiera comprar codeína legalmente en la farmacia necesita una receta; sin prescripción médica, el acceso está considerablemente restringido. En el mercado negro la situación es diferente. Aquí se comercializa todo lo que contiene codeína, desde jarabe para la tos hasta tabletas y cápsulas. Los precios pueden variar mucho. Especialmente en los entornos donde el consumo de codeína es popular, los costes aumentan rápidamente. Sin embargo, además de los costes económicos, existen otros “precios” mucho más graves que pagar:
• La salud física se ve afectada por consecuencias a largo plazo como daños en los órganos o problemas respiratorios.
• La dependencia psicológica puede dominar toda la vida y llevar al aislamiento social.
• El riesgo de consumir productos adulterados o falsificados es alto y puede ser mortal.
Al final, los consumidores pagan con su calidad de vida, y en algunos casos, con su vida. Es una consecuencia que nadie debería subestimar.