Las drogas conocidas como sales de baño no son aditivos de baño inofensivos, sino sustancias sintéticas con efectos extremadamente potentes. Generalmente están compuestas por catinonas artificiales, que tienen un efecto estimulante, similar a las anfetaminas, pero son más impredecibles y peligrosas.
Efectos de las sales de baño: euforia, alucinaciones, pérdida de control
Los efectos pueden variar considerablemente: desde una euforia y energía pasajeras hasta episodios de ansiedad, psicosis o comportamientos agresivos. Incluso pequeñas cantidades pueden provocar reacciones intensas. Muchos subestiman los riesgos.
Efectos secundarios de las sales de baño: consecuencias físicas y psicológicas
Taquicardia, calambres musculares, insomnio, ataques de pánico: la variedad de efectos es amplia. A largo plazo, existe riesgo de adicción, depresión y daños psicológicos permanentes. La composición exacta suele ser desconocida, lo que incrementa aún más el peligro.
Fabricación de sales de baño: ilegal y sin control
Estas sustancias se producen en laboratorios ilegales, normalmente sin ninguna higiene ni control de calidad. Se mezclan con cualquier ingrediente barato. El producto final suele venderse en envases aparentemente neutros con nombres como “Plant Food”.
Comprar sales de baño: ilegal y potencialmente mortal
La venta se realiza a través del mercado negro o tiendas Online de dudosa reputación. No hay control, ni seguridad, ni garantía sobre el contenido real. En Alemania, muchas de estas sustancias están prohibidas por la NpSG. La posesión y el comercio son delitos penales.
Preguntas frecuentes
Las drogas conocidas como sales de baño son sustancias sintéticas que suelen estar compuestas por catinonas químicas y se utilizan como estimulantes o sustancias psicoactivas. Reciben este nombre porque su apariencia es similar a la de la sal de baño real.
El efecto puede variar desde una fuerte euforia y aumento de energía hasta alucinaciones, paranoia y comportamientos agresivos. El efecto exacto depende de la composición, que a menudo es impredecible.
Pueden causar efectos secundarios graves como taquicardia, ataques de pánico, insomnio e incluso situaciones potencialmente mortales como infarto de miocardio o psicosis. Además, existe un alto riesgo de dependencia.
En muchos países, incluido Alemania, la mayoría de estas sustancias están prohibidas y se rigen por la Ley de Nuevas Sustancias Psicoactivas (NpSG). La posesión, el comercio y el consumo pueden tener consecuencias penales.
Los signos típicos incluyen cambios de comportamiento notables como euforia extrema, inquietud, alucinaciones o agresiones repentinas. Los síntomas físicos pueden ser taquicardia, sudoración excesiva y pupilas dilatadas.