Consumo de hachís: efectos, riesgos y experiencias

Consumo de hachís: efectos, riesgos y experiencias

Niklas Bergmann, M.A.

Bioquímico, autor especializado

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Imagina que estás sentado con amigos en un ambiente relajado, alguien lía un Porro con hachís y, de repente, el ambiente cambia. El mundo parece un poco más colorido, la música suena más intensa y las conversaciones se vuelven más ligeras. Pero, ¿qué ocurre realmente en tu mente y en tu cuerpo? En esta entrada del blog vamos a analizar qué efectos puede tener el consumo de hachís: desde los efectos inmediatos hasta los posibles daños a largo plazo, pasando por la cuestión de si existe riesgo de dependencia y abstinencia.

Efectos del hachís

El hachís es una forma concentrada de cannabis, en la que destaca principalmente el compuesto psicoactivo THC. En cuanto lo inhalas o lo consumes en un alimento, el THC pasa a la sangre y se une a receptores específicos en el cerebro, los receptores CB1. Allí desencadena una cascada de neurotransmisores que hace que te sientas relajado, ligeramente eufórico o incluso creativo. A veces se habla de estar “colocado”, porque tus sentidos parecen estar más activos de lo habitual.

Resumen en cifras

  • Inicio de los efectos: 2–15 minutos (fumado/vaporizado), 30–120 minutos (comestibles)
  • Pico máximo de THC en sangre: a los ~10 minutos (inhalación)
  • Duración de los efectos: 1–3 horas (inhalación), hasta 6 horas (comestibles)

Efectos a corto plazo del hachís

Justo después del consumo, los efectos típicos suelen ser bastante previsibles, aunque siempre hay variaciones individuales:

  • Relajación y euforia: Te sientes más suelto, el ánimo mejora.
  • Percepción alterada: Los colores se ven más intensos, la música suena más rica, el tiempo parece dilatarse.
  • Aumento del apetito: El famoso “ataque de hambre” hace su aparición.
  • Dificultad para concentrarse: Hacer varias cosas a la vez se vuelve complicado; la atención puede dispersarse.
  • Dificultades de memoria a corto plazo: Los nombres y los números se olvidan con más facilidad.

Estos efectos suelen ser inofensivos y, con cantidades habituales, completamente reversibles. Sin embargo, un consumo excesivo puede provocar ataques de pánico, confusión o náuseas, y lo que iba a ser un momento relajado puede convertirse rápidamente en una experiencia desagradable.

Haschischkonsum

Consecuencias a largo plazo del consumo de hachís

Quienes consumen hachís de forma regular no solo deberían pensar en el próximo viaje, sino también en las posibles consecuencias a largo plazo:

  1. Impacto en los pulmones: Al igual que el humo del tabaco, el humo del cannabis contiene alquitrán y partículas finas que, con los años, pueden provocar bronquitis crónica.
  2. Pérdida de motivación: Con un consumo prolongado e intenso, algunas personas experimentan una falta persistente de iniciativa (síndrome amotivacional).
  3. Capacidad de memoria: A largo plazo, sobre todo la memoria episódica —la capacidad de recordar experiencias— puede verse afectada.
  4. Riesgos en el desarrollo en adolescentes: Si el consumo de cannabis ocurre durante la pubertad, el desarrollo cerebral puede alterarse y el rendimiento académico verse perjudicado.

Meta-análisis muestran indicios de que el consumo diario durante años puede causar pérdidas medibles en la función pulmonar y en pruebas cognitivas. Sin embargo, muchos riesgos pueden reducirse haciendo pausas y optando por formas de consumo menos dañinas (Vapor, comestibles).

Efectos psicológicos del hachís

El hachís influye profundamente en la experiencia emocional:

  • Mejora del ánimo vs. paranoia: Mientras que dosis moderadas pueden alegrar, dosis altas pueden provocar ansiedad o pensamientos paranoides.
  • Depresión y trastornos de ansiedad: En personas con predisposición genética o en situaciones emocionales delicadas, el consumo regular puede intensificar los estados depresivos.
  • Riesgo de psicosis: Aunque la mayoría de consumidores nunca desarrolla una psicosis, en personas vulnerables el THC puede actuar como desencadenante.

Un ejemplo práctico: “Anna” (23) comenzó con encuentros esporádicos, pero pronto notó que no podía relajarse sin hachís. La sensación de ligereza dio paso a una profunda preocupación, por lo que buscó ayuda y redujo el consumo poco a poco.

Efectos físicos del hachís

Además de los efectos emocionales, el cuerpo también experimenta cambios con el consumo de hachís:

  • Corazón y sistema circulatorio: La frecuencia cardíaca puede aumentar hasta un 50 %; la presión arterial puede variar.
  • Vías respiratorias: Tos crónica, tos irritativa e irritación de las mucosas.
  • Sistema inmunológico: Algunos estudios sugieren una supresión temporal de ciertas células defensivas.
  • Equilibrio hormonal: En hombres puede disminuir el nivel de testosterona y en mujeres alterarse el ciclo menstrual.

Consumido con moderación y haciendo pausas, el riesgo se mantiene bajo control; sin embargo, quienes fuman a diario someten al corazón y los pulmones a un esfuerzo similar al de los grandes fumadores.

Peligro de adicción al hachís

Aunque el hachís no provoca una “adicción callejera” clásica como la heroína, alrededor del 9 % de quienes lo consumen desarrollan dependencia (con consumo diario, incluso hasta un 25 %). Las señales de alerta son:

  • Descuido de otros intereses: Aficiones, trabajo o estudios se ven afectados.
  • Desarrollo de tolerancia: Necesitas cada vez más para lograr el mismo efecto.
  • Pérdida de control: Los intentos de reducir el consumo fracasan de manera recurrente.

La dependencia no es un fallo moral, sino una reacción neurobiológica ante estímulos repetidos de THC. Si sientes que ya no puedes estar sin consumir, deberías considerar buscar apoyo profesional, desde centros de asesoramiento hasta grupos de terapia conductual.

Síntomas de abstinencia por hachís

Cuando el cuerpo se ha acostumbrado al THC de manera regular y de repente deja de recibirlo, pueden aparecer síntomas de abstinencia. Los más comunes son:

  • Irritabilidad y nerviosismo
  • Trastornos del sueño con pesadillas
  • Bajones de ánimo y estado depresivo
  • Falta de apetito
  • Sudoración y problemas gastrointestinales

Estas molestias suelen disminuir notablemente después de una o dos semanas. Programas suaves de ejercicio, rutinas regulares y ejercicios de relajación —como la meditación o el yoga— ayudan a sobrellevar la abstinencia. Además, la sensación positiva de volver a percibir el cuerpo con claridad suele motivar lo suficiente para encontrar una relación más sostenible con el hachís.

Conclusión

El consumo de hachís es mucho más que diversión en fiestas: ofrece una gama de efectos que van desde la relajación y la inspiración hasta riesgos para la salud. Quien comprende cómo interactúan la eficacia del hachís, los efectos a corto plazo y las consecuencias a largo plazo puede tomar decisiones informadas. Los efectos psicológicos y físicos, el riesgo de adicción y los posibles síntomas de abstinencia demuestran que el consumo responsable es lo que determina si el uso de hachís se mantiene como un experimento inofensivo o se convierte en una carga.


Niklas Bergmann, Fachautor

Freut euch auf die Insights von unserem Biochemiker Niklas Bergmann! Mit seinem tiefen Verständnis für alles, was mit Hanf zu tun hat, liefert er euch die neuesten und coolsten Infos direkt in euer Feed. Schnörkellos und klar verpackt er das komplexe Thema Cannabinoide und macht es für euch easy zugänglich. Mit Niklas an der Spitze unseres Wissens-Teams seid ihr immer top informiert.

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